Actualizado el 13-Nov-2008
Siempre en los sitios y blogs donde se alerta acerca de los falsos profetas y maestros y de las falsas doctrinas, existe el cuestionamiento de algunos con respecto de la validez de emitir un juicio sobre las enseñanzas de otros.
En Crisitanismo Ficción sabemos que no se debe juzgar lo que no se puede "ver" pero sí lo que se ve y se conoce. Por ello, buscamos conscientemente no juzgar a las personas (sus motivos y corazón) sino sus enseñanzas, actitudes y obras públicas (o privadas, que se han hecho públicas a través de diferentes tipos de evidencia). Para dejar clara nuestra posición al respecto, debemos citar dos comentarios referentes a este tema. El primer comentario es de Luis Rodas y lo hemos transcrito aquí ya que nos parece sucinto y claro. El otro comentario está en audio (en inglés) y es de Bob DeWaay; los enlaces están al final de este artículo.
Aquí el comentario de Luis Rodas:
Juicio viene de la palabra griega "krisis" y denota una decisión a favor o en contra, juicio, ya sea legal o de carácter divino. De manera que al decir que está bien o mal ya estoy juzgando. Juzgar es simplemente tomar partido hacia un lado o hacia el otro. Por lo que para no "juzgar" simplemente debes quedarte neutral, sin opinión ni comentario.
¿Es esto lo que Jesús quería decir?
NO. NO.
Ya que con respecto a los "falsos profetas" Jesús dijo "guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestido de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces" (Mateo 7:15).
Ahora, para poder "guardarme" de los "lobos rapaces" debo saber quienes son los "lobos rapaces". ¿Cómo voy a saber quienes son sin juzgarlos?. O sea sin investigarlos y así poder dar un veredicto y creer que estos son. Para eso, repito: debo juzgarlos o tener una opinión clara de lo que son.
¿Sí o no?.
SÍ.
Por eso Jesús nos dijo: "Por sus frutos los conoceréis" (Mateo 7:16). ¿Cómo puedo saber cuales son sus frutos?. Nuevamente: juzgando.
No juzgando con nuestro juicio
Lo que está prohibido en la Biblia sobre juzgar, es juzgar con nuestro propio juicio. Con nuestra forma de ver las cosas. Con nuestros valores, ideas y preconceptos.
Nuestra forma de medir debe ser la Palabra. Por eso Jesús dijo: "No juzguéis según las apariencias, sino JUZGAD con justo juicio" (Juan 7:24)
Y por eso Pablo escribió: "¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de la vida?" (1 Cor. 6:2,3).
Conclusión
Por supuesto que el cristiano es alguien que ama. Y lo hace con un amor sobrenatural. Eso significa misericordia, paciencia a otros, soportar los errores de otros, buscar el bien de los demás, pensar primero en los demás, dar la vida para que otros sean salvos, etc...
Pero NO significa no hablarle a un no cristiano el único mensaje que lo salvará: el evangelio. Aunque dentro del mensaje del evangelio está incluida la verdad absoluta de que:
1-El es pecador
2-Sus pecados causan la ira de Dios
3-La ira de Dios lo llevará al Infierno
Luego de hablarles esta verdad podemos decirle que el incomparable AMOR de Dios ha venido a salvarle: Jesús en la cruz. Este es el evangelio. Cualquier otra cosa es "otro evangelio" (Gálatas 1:8).
Tampoco significa AMOR dejar que el diablo vestido "de ángel de luz" y sus ministros vestidos de "ministros de justicia" (2 Corintios 11:13-15) prediquen tranquilos dentro de la Iglesia. Menos dejar que millones sean engañados por "hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios" (Judas 3,4).
Hablar la verdad es AMOR. "Porque el Señor al que AMA, disciplina" (Hebreos 12:6).
[Extracto del artículo: "Hombre del azote de cuerdas" en Es Hora de Ser Real.]
Los comentarios de Bob DeWaay:
The Believer's Call to Judge, Part 1 and 2. Presented by Bob DeWaay and Dick Kuffel.
Siempre en los sitios y blogs donde se alerta acerca de los falsos profetas y maestros y de las falsas doctrinas, existe el cuestionamiento de algunos con respecto de la validez de emitir un juicio sobre las enseñanzas de otros.
En Crisitanismo Ficción sabemos que no se debe juzgar lo que no se puede "ver" pero sí lo que se ve y se conoce. Por ello, buscamos conscientemente no juzgar a las personas (sus motivos y corazón) sino sus enseñanzas, actitudes y obras públicas (o privadas, que se han hecho públicas a través de diferentes tipos de evidencia). Para dejar clara nuestra posición al respecto, debemos citar dos comentarios referentes a este tema. El primer comentario es de Luis Rodas y lo hemos transcrito aquí ya que nos parece sucinto y claro. El otro comentario está en audio (en inglés) y es de Bob DeWaay; los enlaces están al final de este artículo.
Aquí el comentario de Luis Rodas:
Juicio viene de la palabra griega "krisis" y denota una decisión a favor o en contra, juicio, ya sea legal o de carácter divino. De manera que al decir que está bien o mal ya estoy juzgando. Juzgar es simplemente tomar partido hacia un lado o hacia el otro. Por lo que para no "juzgar" simplemente debes quedarte neutral, sin opinión ni comentario.
¿Es esto lo que Jesús quería decir?
NO. NO.
Ya que con respecto a los "falsos profetas" Jesús dijo "guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestido de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces" (Mateo 7:15).
Ahora, para poder "guardarme" de los "lobos rapaces" debo saber quienes son los "lobos rapaces". ¿Cómo voy a saber quienes son sin juzgarlos?. O sea sin investigarlos y así poder dar un veredicto y creer que estos son. Para eso, repito: debo juzgarlos o tener una opinión clara de lo que son.
¿Sí o no?.
SÍ.
Por eso Jesús nos dijo: "Por sus frutos los conoceréis" (Mateo 7:16). ¿Cómo puedo saber cuales son sus frutos?. Nuevamente: juzgando.
No juzgando con nuestro juicio
Lo que está prohibido en la Biblia sobre juzgar, es juzgar con nuestro propio juicio. Con nuestra forma de ver las cosas. Con nuestros valores, ideas y preconceptos.
Nuestra forma de medir debe ser la Palabra. Por eso Jesús dijo: "No juzguéis según las apariencias, sino JUZGAD con justo juicio" (Juan 7:24)
Y por eso Pablo escribió: "¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de la vida?" (1 Cor. 6:2,3).
Conclusión
Por supuesto que el cristiano es alguien que ama. Y lo hace con un amor sobrenatural. Eso significa misericordia, paciencia a otros, soportar los errores de otros, buscar el bien de los demás, pensar primero en los demás, dar la vida para que otros sean salvos, etc...
Pero NO significa no hablarle a un no cristiano el único mensaje que lo salvará: el evangelio. Aunque dentro del mensaje del evangelio está incluida la verdad absoluta de que:
1-El es pecador
2-Sus pecados causan la ira de Dios
3-La ira de Dios lo llevará al Infierno
Luego de hablarles esta verdad podemos decirle que el incomparable AMOR de Dios ha venido a salvarle: Jesús en la cruz. Este es el evangelio. Cualquier otra cosa es "otro evangelio" (Gálatas 1:8).
Tampoco significa AMOR dejar que el diablo vestido "de ángel de luz" y sus ministros vestidos de "ministros de justicia" (2 Corintios 11:13-15) prediquen tranquilos dentro de la Iglesia. Menos dejar que millones sean engañados por "hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios" (Judas 3,4).
Hablar la verdad es AMOR. "Porque el Señor al que AMA, disciplina" (Hebreos 12:6).
[Extracto del artículo: "Hombre del azote de cuerdas" en Es Hora de Ser Real.]
Los comentarios de Bob DeWaay:
The Believer's Call to Judge, Part 1 and 2. Presented by Bob DeWaay and Dick Kuffel.
Comentarios
Siempre es correcto hacer un análisis, ya que las herejías entran encubiertamente llegando aún a negar al Señor. 2 Pedro 2:1-3.
Por otro lado también vemos cómo el apóstol Juan dio el nombre de Diótrefes habiendo juzgado así sus obras en contra de la iglesia 3a Juan 9-10, siendo que él mismo era parte del liderazgo de la iglesia, ya que expulsaba a los hermanos que se le oponían a sus enseñanzas.
Creo que hemos aprendido mal y hemos enseñado mal haciendo que la iglesia tema a los hombres así como teme a Dios. Nuestro primer temor debe ser el temor reverente a nuestro Dios, no al hombre.